Pocos se habrían aventurado hace unas semanas a incluir a los de Ranieri en las quinielas para conquistar el título. Ahora, con Diego Milito a pleno rendimiento y Sneijder de vuelta, a ver quién es el osado que no lo hace. A seis puntos del líder, la Juventus, y con toda una vuelta por disputarse, el Inter puede soñar con algo grande. Con su remontada se ha ganado el derecho a hacerlo.
El fondo es indiscutible. Otra cosa bien distinta son las formas.Ranieri se resguardó para no perder, pese a necesitar una victoria para dar sentido a su escalada. Ofreció la iniciativa al Milan, se permitió el lujo de dosificar a Sneijder (volvía de una lesión), y aglutinó defensas cuando se vio con los tres puntos en el bolsillo.
Se aprovechó de un Milan tan plano y previsible como el frío invierno o la neblina que acompaña al estadio 'rossonero' habitualmente en estas fechas. Ibrahimovic se desconectó del partido a los veinte minutos y permaneció apagado hasta el final. Con Boateng desacertado y un Seedorf fuera de forma esperando en el banquillo, el equipo de Allegri nunca supo qué hacer con el balón. Cederle la posesión fue como regalar un puzzle de mil piezas a un niño de seis años. Y el Inter lo sabía.
Abate justifica a Ranieri
Pudo encontrar la solución Van Bommel al filo del descanso, pero la única ocasión del Milan en todo el primer acto se encontró con el larguero. Cómodo y paciente, el equipo de Ranieri ni amagó con buscar un cambio de rumbo tras el paso por vestuarios. Y mucho menos cuando, a los nueve minutos, Milito agradecía el incomprensible regalo de Abate en el despeje para marcar de tiro cruzado.
No creo que lo luche es de la JUVE!!
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