Las claves del partido:
-Una fe inquebrantable. El Mirandés siempre creyó en sus posibilidades. Ni cuando encajaron el gol de Rui Fonte bajaron los brazos. Esa fe y el calor de la grada resultaron decisivos.
-Ganó el que arriesgó. Con el 0-1 en el marcador Pouso movió ficha e hizo cambios ofensivos. La jugada le salió de maravilla.
-Un Espanyol con poca mordiente. Los pericos no estuvieron nada finos en ataque. Sólo hicieron dos disparos entre los tres palos en todo el partido. Insuficiente.
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