El bronce que nos merecemos.

España debe reponerse moralmente del duro mazazo de la derrota en semifinales ante Dinamarca, porque la recompensa todavía es muy grande, un bronce en el Europeo de Serbia. Precisamente, el estado de ánimo puede ser un factor que marque el devenir de esta final de consolación, porque el que esté más entero tendrá más posibilidades de lograr el mencionado metal.

Además, la selección española tendrá enfrente un duro rival, Croacia, a la que ya ganó, eso sí, con muchas dificultades en la ronda principal (24-22). Las premisas siguen siendo las mismas para los de Valero Rivera, defender, contraatacar y no perder balones en ataque. Los de Goluza suelen salir en 5-1 con el gigante ‘Vori’ como avanzado, pero probablemente opten por una defensa 6-0 al conocer las dificultades que tienen los españoles para superar sistemas defensivos cerrados ante la falta de lanzamiento exterior, como ocurrió en las semifinales ante Dinamarca.

Ambos equipos se conocen a la perfección y los pequeños detalles marcarán de un lado u otro la victoria, como puede ser el acierto en los lanzamientos o los porteros. En el segundo caso, España debe estar tranquila porque la portería española está siendo una de las mejores del campeonato gracias a la buena labor de Hombrados y de Sierra, ambos rotando con mucho acierto cada partido de la selección. Pero cuidado, que Croacia tiene a un Alilovic que acapara todo el protagonismo en su conjunto gracias a su excepcional rendimiento en detrimento de Losert. Quizás, lo más preocupante para los de Valero venga del lado de la falta de efectividad a la hora de lanzar, fundamentalmente desde los nueve metros, aunque los de Goluza tampoco estuvieron acertados ante Serbia y con un Stanic espectacular.

Sin embargo, España tiene que ser optimista por el gran Cto. de Europa que está cuajando, con la salvedad de la derrota ante el conjunto danés y que el privó del pase a la final. Cabe recordar que la ‘Roja’ era el único equipo invicto de la competición y su juego es uno de los más destacados, junto a la anfitriona, Serbia. La selección española intentará basar de nuevo en la defensa su principal bastión para lograr la victoria ante un Croacia que destaca más por las individualidades y por su anarquía ofensiva que por su juego colectivo, todo lo contrario que su rival, en el que cada uno aporta su granito de arena.

El combinado español tendrá, por un lado, el ambiente en contra de los numerosos croatas, pero también recibirá el apoyo de los serbios que asistirán a esta final de consolación. Pero España, como demostró en el pasado Mundial de Suecia logrando el bronce ante el anfitrión, es soportar el ambiente adverso. Los de Valero tendrán mucho ganado si evitan caer en el juego de Croacia, que buscará el contacto con muchos contra uno y los ataques largos, mientras que en defensa destacarán por su dureza con una zona central con muchos kilos y altura.

En el pasado partido de la segunda ronda, algunos de los pilares del equipo balcánico no tuvieron mucho protagonismo, como fueron los casos del pivote Vori, y de los centrales Balic y Duvnjak, y sería muy importante que estos jugadores tampoco tuvieran su día mañana. En el caso de ‘maravilla’ Balic no está teniendo un destacable campeonato y gracias a sus malas decisiones en ataque ante España, el conjunto croata perdió varias oportunidades para llevarse la victoria. Pero atención especial merecen por su buen comportamiento en este Europeo son los extremos Cupic y Strlek, letales desde sus puestos o en contraataque, y los laterales Lackovic y Kopljar, auténticos cañoneros desde su posición, y el mencionado Alilovic en la portería. España tendrá que estar atenta al poderoso lanzamiento exterior croata y a no perder balones en ataque, ya que propiciarán los veloces contraataques de su rival.