La Roma no puede con la Juve.

Juventus 3-0 Roma.
La Juventus siguió con su camino casi inmaculado esta temporada y se deshizo de la Roma con suma facilidad en los cuartos de final de la Coppa de Italia. Conte desarmó tácticamente el planteamiento de Luis Enrique y la 'Vecchia Signora' se paseó con los goles de Giaccherini, Del Piero y Kjaer, este último en propia puerta.

Un cómodo tránsito, el de la Juve, hacia la siguiente ronda que tuvo su fundamento en el dibujo que presentó Conte ante el conjunto romano. Apostó el técnico por un 3-5-2 con Estigarribia y Lichtsteiner en los laterales y ofreció minutos a Giaccherini o Del Piero, a la postre decisivos en el éxito obtenido.

Volvió 'Pinturicchio', leyenda viva enclaustrada esta temporada en un papel secundario que nunca fue con él.Del Piero siempre fue protagonista, la estrella de multitud de películas rodadas en Turín. Y así lo demostró una vez más. Del viejo Delle Alpi al nuevo estadio. Su delicioso golpeo de rosca, en el segundo tanto de la Juve, asestó el golpe definitivo a la Roma.

El equipo de Luis Enrique apareció con una propuesta atractiva, pero sin practicidad. Tuvo el balón, también porque a la Juve no le importó, y salió con todos sus recursos ofensivos, que son más bien pocos. Los Pjanic, Lamela, Bojan y Totti jamás encontraron grietas en el inquebrantable sistema defensivo turinés.

Cómoda en el balance defensivo, la Juve mató el choque con dos latigazos. Giaccherini se sirvió de la mala coordinación defensiva romana para hacer el primero y Del Piero, como decíamos, firmó el segundo con una obra de arte.

Lamela refleja la impotencia
Se desquició la Roma con el paso de los minutos y la impotencia se vio reflejada en Lamela, expulsado por una agresión sobre Chiellini. Lejos de meterse en la eliminatoria, el equipo de Luis Enrique pudo irse duramente vapuleado del envite. Matri o Quagliarella, recambios de ocasión, insistieron sin acierto hasta queKjaer, en un mal despeje, les echó una mano.

Lazio o Milan se cruzarán con los de Conte en semifinales, penúltimo paso para mantener vigente el objetivo del doblete. Meta no tan lejana para un equipo que empieza a ofrecer síntomas de lo que puede ser un colectivo dominante en el futuro más próximo del fútbol italiano. Camino va de ello.